La Rioja

Este es el itinerario que hemos seguido
Este es el itinerario que hemos seguido

Teníamos muchas ganas de visitar La Rioja, así que después de trabajar, partimos de viaje. Este es el itinerario que hemos seguido:

Día 1. Peñarroya-Pueblonuevo – Aranda de Duero

Día 2. Aranda de Duero – Ezcaray

Día 3. Ezcaray – Haro

Día 4. Haro – Logroño

Día 5. Logroño – Medinaceli

Día 6. Medinaceli – Peñarroya-Pueblonuevo

 

El primer día estuvimos conduciendo hasta la 1 de la madrugada. Muy cansados llegamos al área de autocaravanas de Aranda de Duero.

Al día siguiente amanecimos con una buena helada, pero felices (arriba) y con esas nos fuimos a la estación de esquí de Valdezcaray, por cuya carretera de acceso ya íbamos viendo la nieve

 

Valdezcaray es una estación de esquí pequeña, pero bien preparada y a precios muy razonables (y pillamos tarifa de temporada baja). Tiene aparcamiento gratuito a pie de pistas, y un telesilla que te sube a la primera cota esquiable.

Consta de 25 km esquiables, de los que estaban abiertos unos 20 km con nieve polvo.

Nos ha gustado mucho la estación

Es la primera toma de contacto de Julia con la nieve. Estaba entusiasmada y el padre más.

Posteriormente le cogimos un profesor particular y estuvo aprendiendo a bajar, hacer la cuña, subir con la percha e incluso hizo sus primeros giros.

El profesor dijo que iba muy bien, le ponía mucho empeño, era disciplinada y tenía mucha fuerza en las piernas.

 

 

Continué esquiando yo solo un rato y después nos fuimos a por la Paca que estaba esperándonos en el Parking de la estación.

Bajamos a Ezcaray y pernoctamos junto a la antigua estación de tren, de la que partía la vía verde del río Oja que tenía muy buena pinta.

 

Dimos una vuelta nocturna por Ezcaray

 

Empezamos nuestro tercer día con una mala noticia, Julia tiene fiebre y se encuentra bastante mal. Esto marcará el resto del viaje y eliminaremos algunas actividades e incluso pensamos en volvernos a Peñarroya.

Al final decidimos proseguir y visitar Santo Domingo de la Calzada. Pueblo que debe su nombre a Domingo García, que a principios del siglo XI dedicó su vida a ayudar a los peregrinos a Santiago de Compostela.

 

Posteriormente entramos en la catedral en la que había una exposición con un belén napolitano

Y visitamos la tumba del santo

 

A Santo Domingo de la Calzada se le atribuyen diversos milagros, pero el más destacado es el milagro del gallo y la gallina:

Un matrimonio alemán y su joven hijo se dirigen en peregrinación a Compostela. Al llegar a Santo Domingo se hospedan en un mesón. La hija del posadero se enamora del joven, pero al no ser correspondida decide vengarse ocultando una copa de plata en el equipaje del joven. Cuando éste abandona la ciudad la muchacha denuncia el robo. Al ser capturado, se encuentra la copa entre sus pertenencias por lo que es acusado de robo y condenado a la horca.

Al día siguiente, sus padres, antes de emprender el viaje, van a ver el cuerpo de su hijo, quien sorprendentemente estaba vivo y les dice: “El bienaventurado Santo Domingo de la Calzada me ha conservado la vida contra el riguroso cordel… dad cuenta de este prodigio”. Los padres acuden a contar el suceso al corregidor de la ciudad, pero éste, escéptico, comenta que el joven está tan vivo como el gallo y la gallina asados que se dispone a comer. Al instante las aves recuperan las plumas y la vida, dando fe del portentoso milagro

Desde entonces mantienen un gallo y una gallina vivos en el interior de la catedral que cambian cada 15 días.

Evidentemente a Julia le encantó la historia

 

En la catedral había una exposición llamada Imágenes para la inmortalidad en la dinastía Han. A Julia le llamó la atención esta escultura que bautizó como “El Frankenstein”

Posteriormente nos fuimos a Haro y llevamos a Julia al médico. Nos recetó antibiótico, Julia se lo tomó estoicamente y proseguimos la visita por la ciudad del vino.

 

Nuestra idea era visitar varias bodegas, dadas las circunstancias decidimos ver solo una.

Fuimos a la bodega López de Heredia.

Aquí en la entrada del edificio “nuevo” obra de una arquitecta iraní.

 

Elegimos la bodega López de Heredia, porque era de las más antiguas y con la entrada, además de la cata y un descuento para comprar su vino, incluía una extensa visita de 90 minutos por sus instalaciones.

Según Julia olía mucha peste a vino.

 

Durante la visita nos explicaron todo el proceso desde la recogida de la vid y la fabricación de barriles, hasta la elaboración y almacenamiento de sus vinos.

 

 

 

Por último bajamos a lo más profundo de la bodega donde descansaban los grandes reserva entre el polvo y el moho.

A Julia le daba un poco de asco

 

A nosotros no tanto

 

 

Pernoctamos en el Camping de Haro y al día siguiente decidimos ir a San Millán de la Cogolla para ver el lugar de nacimiento del castellano.

Aquí aparcamiento de San Millán, en el que había varias autocaravanas que habían pasado la noche.

 

Se compone de dos monasterios, el del Yuso (abajo) más grande y moderno y el del Suso (arriba) más pequeño y antiguo

 

 

Visitamos el del Yuso. En el que hicimos un recorrido con una guía de una hora durante el cual nos lo explicó prácticamente todo.

Arriba las famosas glosas (son una reproducción), a las que se le atribuye el nacimiento del castellano y el euskera

 

Aunque no quedaban entradas para el Suso, queríamos subir caminando el kilómetro que lo separa del Yuso, pero Julia no tenía ánimo y no quisimos forzar.

Así que nos fuimos a tomar café.

 

Posteriormente nos fuimos a Nájera, pero a Julia le subió la fiebre y pasamos la tarde en la autocaravana con la enferma. Otra vez será.

 

Terminamos el día yendo hasta Logroño.

 

 

Aparcamos en Logroño en el aparcamiento de las norias junto a un montón de autocaravanas, lugar en el que pasaremos la noche. Pero antes dimos un agradable y animado paseo por la ciudad

 

Nada más atravesar las murallas visitamos el cubo artillero del Revellín, en el que vimos un vídeo sobre la historia de la ciudad que fue un estupendo aperitivo.

 

Luego recorrimos el centro de la ciudad, que nos resultó muy bonita y de un tamaño bastante reducido para ser una capital de comunidad autónoma.

 

Terminamos en la calle Laurel, donde Julia degustó su especialidad, las croquetas de jamón. La experta dio el visto bueno.

 

Finalizamos nuestra visita con una exposición de Antoni Gaudí.

Julia, que estuvo muy atenta, quería meter sus playmobil en la maqueta de la pedrera.

 

El quinto día emprendemos el regreso, pero primero pasamos por la Rioja baja. Hasta la localidad de Enciso, donde visitamos el parque del “Barranco Perdido” en el que visitamos un museo sobre dinosaurios.

 

Luego nos metimos en una pedazo de Mercedes Sprinter 4x4 y nos fuimos en plan Jurasic Park a buscar icnitas (huellas de dinosaurios) e hicimos algún avistamiento real, pero de cartón piedra.

 

Después de comer seguimos viaje hasta Medinaceli (ya en la provincia de Soria).

Precioso y tranquilo pueblo situado en lo alto de un promontorio con valiosos restos romanos, musulmanes y cristianos.

Una vez allí dimos un agradable paseo nocturno por sus calles empedradas y nos tomamos unos vinos.

 

Ya por la mañana hice estas fotos del único arco de triunfo romano de tres arcos que se conserva en la Península y de la estatua del sagrado corazón de Jesús.

El sexto día fue de viaje a Peñarroya