Soria
ETAPAS
DÍA 1: PEÑARROYA-PINTO
DÍA 2: PINTO-BURGO DE OSMA
DÍA 3: BURGO DE OSMA-UCERO
DÍA 4: UCERO-QUINTANAR DE LA SIERRA
DÍA 5: QUINTANAR DE LA SIERRA-DURUELO DE LA SIERRA
DÍA 6: DURUELO DE LA SIERRA-VINUESA
DÍA 7: VINUESA-SORIA
DÍA 8: SORIA-PUERTO LÁPICE
DÍA 9: PUERTO LÁPICE-PEÑARROYA
Teníamos muchas ganas de realizar este viaje y lo llevábamos planeado desde hacía meses. Leles desde que leyó a Don Antonio Machado en el instituto.
Salimos por la tarde de Peñarroya con el objetivo de dormir en Pinto. En un área de pago que hay junto a un centro comercial. Al final el área no funcionaba y nos quedamos fuera gratis.
Julia cogió un gran disgusto porque se quedó sin jugar al excalectric del centro comercial debido a que estaba cerrado.
Allí conocimos a unos compañeros vascos que iban a Andalucía a pasar la Semana Santa y dormimos junto a ellos.
Del primer día no tengo fotos.
El segundo día, todavía en la provincia de Guadalajara, decidimos tomar rumbo a Sigüenza, ciudad que no conocíamos.
De camino paramos en un mirador para observar el Barranco del río Dulce. El lugar se prestaba a hacer algún senderismo, pero esta vez no nos animamos y seguimos nuestra ruta.
Llegamos a la localidad de Sigüenza y visitamos su catedral.
El románico será el común denominador en tierras sorianas.
En el interior destaca la escultura funeraria del Doncel de Sigüenza, pero no lo vimos porque había que pagar.
El castillo de Sigüenza, ahora parador nacional.
Ya en tierras sorianas decidimos visitar la pequeña localidad de Rello.
Rello es una villa medieval amurallada, con castillo en uno de sus extremos y todo el caserío encerrado en lo alto de un risco de piedra caliza.
Paseando encontramos el rollo de Rello.
Que según parece es el único rollo de justicia de hierro y no de piedra o madera
Hoy Rello tiene una población de 20 habitantes
Esta zona de Soria tiene una de las densidades de población más bajas de Europa: 0,82 hab/km2 en las zonas habitadas
En el término encontramos también una atalaya califal con inusual forma troncocónica, llamada Torre del Tiñón, a medio camino de Bordecorex, en la cual legendariamente se sitúa la muerte del caudillo Almanzor, que se retiraba malherido a Medinaceli.
Nosotros no nos acercamos con la auto porque se llegaba por un camino terrizo, pero nos quedamos con las ganas.
La foto está sacada de internet.
Todo el día vimos el camino jalonado de Atalayas, aquí nuestro pequeño homenaje a todas ellas.
Seguimos camino hasta Caltojar.
Donde visitamos la iglesia de San Miguel Arcángel, románica, tiene portada con cuatro arquivoltas y tímpano donde se recortan dos arcos y un curioso capitel pinjante, sobre el cual se sitúa la imagen de San Miguel
Dimos un paseo por Caltojar donde encontramos las fachadas de sus casas decoradas con motivos culturales.
A pocos kilómetros, cerca de Casillas de Berlanga, encontramos la ermita de San Baudelio. Su sobrio exterior encierra una joya del estilo mozárabe español.
En su interior una columna con forma de palmera despliega sus ramas en ocho arcos de herradura.
Sus muros están decorados con una gran composición pictórica, hoy tristemente desaparecida tras su venta en 1924 a un marchante de arte por 65.000 pesetas.
Hoy la mayor parte de las pinturas están repartidas por varios museos de EE.UU y una pequeña parte fue recuperada y está en el Museo del Prado
En el exterior encontramos una necrópolis medieval con tumbas excavadas en la roca
En el exterior de la ermita nos espera nuestra Paca sin agobios ni aglomeraciones en estos campos de Soria
Nuestro siguiente destino será Berlanga de Duero
Lo primero que hicimos fue dar un paseo por la ribera del río para después subir a su castillo medieval.
Desde el castillo se tenían unas imponentes vistas del municipio.
No entramos a la fortaleza porque había que pagar, así que nos encaminamos hacia la Colegiata de Santa María.
Una vez dentro, nos encontramos con el más famoso del pueblo, que es el caimán de Fray Tomás de Berlanga.
A Fray Tomás se le atribuye el descubrimiento de las Islas Galápagos, fue obispo de Panamá, inició la idea de los que luego será el Canal de Panamá y se trajo un caimán a su pueblo para que la gente del siglo XVI alucinara con la fauna del otro lado del charco.
El caimán no duró mucho vivo, el frío de Soria no le venía muy bien, así que lo disecaron y allí sigue colgado 400 años después.
Y como todavía quedaba un poquito de luz, nos fuimos a Gormaz, a visitar su fortaleza califal.
En la cuesta que subía al castillo nos encontramos con la ermita de San Miguel, románica, con unas pinturas murales muy importantes que no pudimos ver porque la llave había que pedirla en el bar y ya habíamos subido toda la cuesta caminando
Y al final llegamos a la fortaleza califal de Gormaz, del siglo X, mandada construir por Al-Haquem II, la más grande de Europa.
Un lugar único
Por la noche fuimos a dormir a Burgo de Osma. Ciudad que visitamos en nuestro tercer día de viaje.
Comenzamos nuestro tercer día yendo a San Esteban de Gormaz.
El municipio destaca por dos iglesias de estilo románico porticado.
Lo más destacable son los capiteles decorados con escenas de La Biblia o animales fantásticos
A continuación visitamos la Iglesia de San Miguel, del siglo XI, es la primera de España en tener un pórtico.
El interior lo estaban restaurando, aún así había que pagar entrada y solamente la visitó Julia debido a que los niños entran gratis
Nuestro siguiente destino será Castillejo de Robledo.
Fuimos a este lugar buscando el sitio exacto en el que los infantes de Carrión agredieron a las hijas del Cid.
Y lo encontramos.
Casadas las hijas del Cid con los Condes de Carrión y después de las bodas, uno de los leones del Cid salió de la jaula, al verle los condes se escondieron y solo el Cid impertérrito le hizo volver a su sitio. Así se demostró la cobardía de sus yernos.
Estos, para vengarse, se llevaron a sus hijas a Carrión (Palencia) y por el camino, en un sitio muy inaccesible, en Castillejo de Robledo, los infantes hicieron con sus esposas lo que no se atrevieron a hacer con su suegro
Después de comer raviolis, que a Julia le encantan, nos dirigimos a Catalañazor.
Municipio donde Almanzor perdió su tambor. Es decir, que fue derrotado y terminó muriendo en Medinaceli en el año 1002
El castillo de Catalañazor está en bastante mal estado.
La parte que mejor se conserva es la torre del homenaje. Aquí no hay arcos califales porque sobre el musulmán se construyó el actual en siglo XV
Nuestra siguiente parada es el Sabinar de Catalañazor. Un lugar único puesto que hay muy pocas sabinas de porte arbóreo en la Península, puesto que son una especie endémica del bosque de la era Terciaria.
Como curiosidades, su madera es extremadamente dura, sus ramas adoptan formas como de cuento de miedo y al quemar su madera, esta desprende olor a incienso.
Terminamos el día en la Fuentona de Muriel, cuna del espeleobuceo en España
Para llegar a la Fuentona hay que hacer un pequeño senderismo de una hora aproximadamente por un sendero muy acondicionado.
Antes de ir recomiendo ver el documental acerca de la Fuentona de Al Filo de lo Imposible. Para así entender lo que ha significado este lugar de extraña bellleza
Básicamente la Fuentona se compone de dos cuevas sumergidas y una cueva con aire en medio de las dos.
Durante 30 años han ido explorándolas al tiempo que mejoraban los equipos y las técnicas para el espeleobuceo.
Actualmente ya han llegado al fondo de la segunda cueva y la gruta comienza a ascender.
Nosotros desandamos el camino y fuimos a dormir a Ucero, en el parking del Cañón del Río Lobos.
Comenzamos nuestro cuarto día con la intención de realizar la ruta del Cañón del Río Lobos en bicicleta.
Al principio el camino es bastante fácil, hasta que llegamos a la ermita de San Bartolomé
La ermita románica de San Bartolomé, realizada por la orden del Temple tiene dos curiosidades:
La primera es que está justo en el centro de la Península Ibérica equidistante con el este y el oeste.
La segunda es que junto con otras ermitas que hay en la Península forman una cruz de Malta, el símbolo de la orden templaria.
Aprovechamos y subimos a la cueva que hay justo enfrente de la ermita.
El ambiente era de lo más exotérico.
Para Julia fue una gran experiencia
Nosotros continuamos nuestra ruta ciclista
Pero el camino se hacía cada vez más complicado, así que Julia y Leles decidieron dar la vuelta y esperarme en la ermita.
Mientras tanto yo continué haciendo una ruta bastante técnica hasta el puente de los Siete Ojos.
Por la tarde fuimos a Quintanar de la Sierra, aparcamos la auto donde acaba lo asfaltado, y iniciamos un senderismo entre pinares hasta la necrópolis de Cuyacabras.
Al final del camino en un lugar bastante inaccesible la encontramos.
La necrópolis ubicada en Cuyacabras es una de las mayores concentraciones de tumbas paleocristianas de Europa. Datan del siglo X aunque se supone que pertenecen a épocas anteriores.
En su origen fueron construidas por cristianos que se vieron obligados a huir a las montañas ante el acoso de las invasiones árabes que sufrió la Península, adoptando un estilo de vida prehistórico, que se refleja en la forma de construcción de las tumbas, excavadas en la roca con herramientas muy toscas.
Entre las tumbas se encuentran tres tipos de formas más o menos antrotomórficas según se avanza en el periodo de construcción y su orientación es siempre en dirección este-oeste, hecho relacionado con la salida y puesta del Sol.
Tiene 166 tumbas antropomórficas, 13 nichos y una iglesia.
Para terminar nuestro cuarto día nos iremos al nacimiento del Río Arlanza, lugar en el que pasaremos la noche totalmente solos
Así nos encontrábamos a la mañana siguiente, dormir en un sitio así solo se puede hacer en autocaravana
Por la mañana dimos un pequeño paseo antes de comenzar nuestra aventura en la nieve del quinto día.
La idea era subir a las Lagunas de Neila y hacer un senderismo de 8 km desde el parking que pasa por todas las lagunas.
Pero la carretera estaba impracticable, así que decidimos dar la vuelta a la auto, una maniobra un tanto dificultosa y subir a las Lagunas andando.
Una vez en el parking abortamos el senderismo de 8 km por la dificultad de caminar por la nieve y porque había que subir hasta el pico La Campiña y parecía peligroso.
Así que fuimos a algunas de las lagunas más cercanas, pudimos acercarnos a la Laguna de los Patos, Laguna de las Pardillas, Laguna Corta y Laguna Larga.
A mediodía nos fuimos a comer al centro de interpretación La casa de madera de Regumiel de la Sierra, lugar en el que había un merendero.
Pero estaba cerrado y comiendo nos invadieron las moscas y comenzó a llover, así que nos fuimos.
Bajo la lluvia aprovechamos para visitar la necrópolis de Regumiel de la Sierra, situada junto a la parroquia en pleno centro del municipio.
Luego nos marchamos a Duruelo de la Sierra donde dormimos en su área de autocaravanas.
Como la tarde era lluviosa nos dedicamos a hacer algunas compras en el pueblo y a charlar con compañeros de otras autocaravanas.
Comenzamos el sexto día yendo a Castroviejo donde realizamos una ruta de senderismo en la que lo más destacable era la Cueva Serena con una bonita cascada.
A continuación subimos hasta el Raso de Cespedilla para volver a Castroviejo. Unos 8 km.
Una vez terminado el senderismo paseamos un rato por el merendero de Castroviejo, donde las piedras adoptan curiosas figuras y donde hicimos los lobos un rato.
Como teníamos más ganas de pateo, ponemos rumbo a Vinuesa para subir a la Laguna Negra por una empinada carretera.
Para nosotros era un lugar especial por situarse aquí la leyenda machadiana de Alvargonzález.
Galería de fotos de la Laguna negra
Bajamos de nuevo a Vinuesa y decidimos quedarnos en el camping, en el que estuvimos muy bien. Yo aproveché para hacer una ruta en bicicleta bastante exigente.
Comenzamos nuestro séptimo día de viaje yendo a Garray para visitar las ruinas de Numancia. Allí contratamos una guía y vimos un vídeo explicativo. Menos mal porque allí estaba todo arrasado y la guía nos explicó muy bien la resistencia numantina frente a los romanos.
A Julia le gustaron las dos casas reconstruidas que tiene el yacimiento.
Por fin llegamos a Soria y aparcamos la auto allí donde el Duero hace su curva de Ballesta. Lugar privilegiado en el que pasaremos la noche.
Una vez descansados decidimos tomar un primer contacto con la ciudad y damos un paseo por el Duero buscando las huellas de Don Antonio Machado.
Cruzamos el Duero y llegamos al rincón del Poeta, situado entre San Polo y San Saturio, lugar por el que Don Antonio daba sus paseos. En este rincón se le hizo un homenaje cuando volvió a la ciudad en 1932.
Colinas plateadas, grises alcores, cárdenas roquedas
por donde traza el Duero su curva de ballesta en torno a Soria, oscuros encinares, ariscos pedregales, calvas sierras, caminos blancos y álamos de río, tardes de Soria mística y guerrera, hoy
siento por vosotros en el fondo del corazón, tristeza.
Este será nuestro lugar de pernocta en Soria, un sitio inmejorable y tranquilo junto al Duero
Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo, algunas hojas verdes le han salido
Aquí se supone que estaba el olmo y ahora han hecho una escultura en su honor.
Seguimos la ribera del Duero hasta San Polo, y caminamos hasta los arcos de San Juan de Duero
Uno de los monumentos románicos más famosos de España y que yo tenía muchas ganas de ver.
Se trata del convento hospitalario de San Juan de Acre, del que solo queda en pie la iglesia del siglo XII y el magnífico claustro.
La gracia del claustros reside en que tiene influencias mixtas: románico y mudéjar, por eso cada tramo de arcos es diferente, los hay entrelazados, de herradura, de medio punto, etc.
Un lugar mágico.
Seguimos paseando por la ciudad encontrándonos con algunos amigos.
Por supuesto, también nos encontramos por la calle con Antonio Machado, el cuál nos enseñó el instituto en el que daba clase.
También visitamos la Iglesia románica de Santo Domingo, una auténtica Biblia en piedra con la iconografía típica, pantocrátor, el tetramorfos, los 24 ancianos del Apocalipsis, etc.
También visitamos el museo numantino, que era muy interesante y a Julia le gustó mucho, pero no podíamos hacer fotos.
Por último subimos al cementerio a ver la tumba de Doña Leonor, y allí nos encontramos con otro Olmo machadiano, este era de verdad, pero no es al que se refería Machado en el poema.
Al final el cementerio estaba cerrado, así que dejamos la visita para la mañana siguiente.
Empezamos nuestro octavo día pensando ya en la retirada, pero nos quedaban dos cosas por ver en Soria que el día anterior estaban cerradas, el interior de la ermita de San Saturio y la tumba de Doña Leonor.
La ermita rupestre está dedicada a San Saturio, según la leyenda, hijo de un noble visigodo que se retiró a la gruta a vivir como anacoreta.
Al fin, después de subir por segunda vez la cuesta del cementerio, vemos la tumba de Doña Leonor, y certificamos que al final no sanó de la tuberculosis que padecía.
Así damos por concluido nuestro viaje por tierras sorianas y emprendemos la vuelta a casa, aunque aún nos quedaba alguna sorpresa.
La primera es entrar al escalextric gigante de Pinto que encontramos cerrado el primer día.
La segunda es que llegamos a Dormir a Puerto Lápice y echamos un buen rato bebiendo cerveza en su plaza, que es una preciosidad.
Y con estas vistas del área de autocaravanas de Puerto Lápice, con sus molinos quijotescos de fondo, nos despedimos.
A la mañana siguiente ya solo quedaba llegar hasta Peñarroya.