Salimos desde Peñarroya con el objetivo de llegar a Manzanares, lugar en el que hemos quedado con Bibi y Paco para recoger a Alejandra, que continuará el viaje con nosotros.

Como hemos llegado con antelación, esperamos un rato jugando con un perrito en el aparcamiento del restaurante en el que comeremos.

Al rato llegan los demás y comemos juntos.

Mantenemos una entretenida conversación acerca del viaje que nos espera, la chulo que sería el poder viajar las dos familias en autocaravana y la experiencia que será para Alejandra.

Durante la comida, Leles detecta en mi sobrina unos pasajeros que no habían sido invitados.

Alejandra tiene piojos.

Comienza zafarrancho de compra de productos en la farmacia y aplicación en el cabello de los mismos, la cosa urge si no queremos contagiarnos todos en la autocaravana.

Una vez aplicados los productos capilares y tras despedirnos seguimos camino hacía Pinto, nuestro lugar de pernocta.

Allí practicamos uno de nuestros clásicos cuando paramos allí a dormir, jugar una partida al excalectric.