Hoy visitaremos el Mont Saint Michel, pero la película para aparcar hay que contarla porque no tiene desperdicio.
Ya no se puede aparcar en la carretera de acceso y han construido una pasarela peatonal nueva.
Hay que aparcar en un parking gigante y acercarte al Mont Saint Michel en navettes gratuites.
Problema: te clavan 20.50 euros por el parking.
La siguiente opción fue ir a un área de ac e ir en bus urbano, son 12.50 del área y 3 euros persona el bus.
Al final optamos por aparcar gratis en el pueblo en el parking de un centro ocio de cocodrilos e ir andando donde las navettes gratuites.
Conseguimos aparcar gratis, pero ha costado lo suyo.
Eso si, aquello de cenar viendo por la ventana de la auto el Mont Saint Michel iluminado, o pasear de noche con menos gente ha pasado a la historia. Otro sitio perdido como el parking de Vicennes en París.
Lo primero que nos llama la atención es la gran cantidad de turistas que había.
Es el segundo lugar de Francia más visitado tras París, pero la sensación de agobio es mucho mayor.
Entramos en una Iglesia y Julia le puso un vela a la bisabuela, como suele ser habitual.
Había una especie de museo medieval al que no entramos.
Luego nos dirigimos hacía la abadía.
Había bastante cola, pero esperamos pacientemente y entramos.
Las entradas nos costaron 9 euros por persona.
Las niñas gratis.
En las siguientes fotos podemos observar el estado deplorable de los accesos en obras con la antigua carretera en la que ya no existe parking y la pasarela peatonal que ya se puede utilizar.
La siguiente foto es de San Miguel, con su espada con la que venció al dragón y una balanza rematando la aguja de la abadía.
La escultura es de 1897 pero el lugar está dedicado al arcángel desde el año 708.
Una de las curiosidades del lugar es la gran velocidad con la que suben y bajan las mareas, debido a la zona tan llana en la que está emplazada la abadía.
Dicen que igual a la de un caballo al galope.
A veces la carretera queda totalmente inundada y el Mont San Michel se convierte en una isla, cosa que se pretende evitar con la nueva pasarela.
Por lo demás, la abadía tiene un plano único debido a que está organizada en tres niveles conforme subimos por la roca.
Siendo el más importante de todos la iglesia abacial que se sitúa en el nivel superior.
Tras patearnos toda la abadía buscamos una sombra, que hoy eran muy buscadas, y nos zampamos unos bocadillos y unas patatis que llevábamos preparados.
Por la tarde el bullicio había bajado un poco.
Estuvimos mirando por las tiendas de souvenirs, pero no compramos nada.
Y finalmente nos despedimos del Mont San Michel, cogemos navette y caminamos hasta la auto para ir a nuestro siguiente destino.
Anocheciendo llegamos a Fougeres, que tiene dos áreas, una en el castillo, que estaba a tope y es más bonita y otra en una zona deportiva, en la que pernoctamos.