Día 4. Zumaia-Zumaia

Hoy hace un día precioso, así que decidimos ir a hacer un senderismo que tenía planeado. Me levanto temprano y voy a la oficina de turismo a que me den un plano de la ruta del Fliysh que une las localidades de Deba y Zumaia, solo les quedaba en inglés, pero llevaba el track en el gps así que sin problema.

Para no mover la autocaravana, decidimos coger un tren e ir a Deba y volver a Zumaia andando.


La ruta, de unos 15 km de distancia, era bastante exigente para las niñas, pero mereció la pena y empleamos 4 horas y 30 minutos para realizarla.

Básicamente el flysh es un conjunto de estratos de roca blanda y roca dura, que luego se fracturaron y quedaron en posición vertical, produciéndose una erosión diferencial que hace que se vean figuras geométricas.


Caminando llegamos a la bonita estación de Zumaia, a escasos metros de nuestro lugar de pernocta.

Sacamos los tickets en una máquina expendedora y esperamos nuestro tren.

Empezamos el senderismo desde Deba y desde el comienzo nos encontramos con fuertes pendientes.

Así hasta que llegamos a la ermita de Santa Catalina, donde hacemos el primer descanso.



Desde el monte se divisa el mar y una frondosa vegetación.

Después del descanso seguimos nuestra marcha.

En algunas ocasiones el sendero se complicaba.

Pero estaba lo suficientemente preparado para evitar caídas y males mayores.

El sendero continuaba por el bosque.

Hasta que llegamos a una vía verde.

Llegado el momento, debíamos decidir si seguíamos la vía verde o subíamos al monte Iturritzamendi. Elegimos la segunda opción.

Una vez arriba del monte, elegimos un lugar sombreado repleto de helechos y decidimos comernos los bocatas.

Después de un merecido descanso y de comernos unas chuches de postre reanudamos la marcha.


Al fin divisamos el flysh. Pero lo vimos acompañados


Con este paisaje espectacular de fondo.

Decidimos continuar camino.

Pasado el Flysh, nos adentramos de nuevo en el bosque.

En el pueblo de Elorriaga, paramos a tomar algo en un bar y reponer fuerzas, antes de seguir hasta Zumaia.

Una vez en Zumaia, nos tomamos unos merecidos helados y nos fuimos al área a dormir.