Vitré es un bonito pueblo medieval dominado por su imponente castillo de los siglos XI a XV. En este caso sí entramos porque era gratuito, en su interior hay un museo y las dependencias del ayuntamiento.
Tras visitar el castillo dimos una vuelta viendo las casas con entramados de madera.
Había alguna realmente curiosa.
Seguimos camino hacia Rennes, la antigua capital de la Bretaña.
Allí realizamos un itinerario propuesto por la oficina de turismo.
Pasamos por la plaza Champ Jacquet donde pudimos ver sus casas con entramado de madera, Rennes cuenta con el mayor número de casas de este tipo de toda la Bretaña.
También visitamos el palacio del Parlamento de Bretaña y paseamos por el imponente parque Thabor.
Camino de Nantes, decidimos visitar en la localidad de Essé la Roca de las Hadas, un sepulcro de corredor tipo dolménico de 19,50 m de longitud, 6 m de anchura y 4 de altura, de finales del neolítico.
Tiene un pequeño centro de interpretación y la entrada es gratuita. Unas señoras muy amables guardan el monumento megalítico
La verdad es que el tamaño de las rocas impone. Llegan a las 4 toneladas.
Es el dolmen más grande de Francia.
Nosotros estuvimos pasando el rato y los littles también se hicieron un dolmencito.
También está relacionado con leyendas artúricas.
Continuamos camino y llegamos a Nantes, donde hay un área de pago. Pero después de un rato nos damos cuenta que hay que hacerse socio y sacarte una tarjeta y como lo vemos engorroso y caro, nos acercamos a Santa Luce Sur Loire, un pueblo pequeño que hay cerca y llegamos ya anocheciendo. Solo queremos pernoctar y no tenemos ganas de hacer cheking y hacernos entender, así que terminamos pernoctando en un parking del polideportivo, cosa que no nos gusta mucho, pero pasamos una noche tranquila y cargamos energías para visitar Nantes al día siguiente.