Hoy cogemos la auto y nos vamos a visitar Bayona.
Anoche cayó una tormenta enorme y hoy amanece nublado.
Es domingo y Bayona está casi desértico.
Aparcamos en el centro y vamos a la oficina de turismo.
Mapa en mano visitamos la ciudad.
Alejandra parece que ha cogido conjuntivitis.
Seguimos nuestro paseo, mientras Alejandra se rasca el ojo.
Tendremos que buscar alguna solución y el paseo nos luce poco.
Entramos en el claustro, del siglo XIII también.
Callejeando por Bayona llegamos al mercado.
Nos pareció muy bonito y lleno de delicatesen, pero un poco caro, así que compramos pan.
También aprendimos que los Macarrons son galletas de colores.
Llegamos a los muelles de la Nive.
Donde nos sorprendieron las fachadas de las casas altas y estrechas. Un sitio muy bonito y tranquilo.
Empieza a llover así que seguimos camino.
Seguimos trayecto hasta Capbreton, un bonito pueblo de las Landas, por el que damos un entretenido paseo.
Posteriormente nos dirigimos a Hossegor, capital del surf. Curioseamos por sus tiendas surferas, pero los precios son más altos que en España aunque están de Soldies.
Llegamos a la playa, pero estaba el mar muy picado.
Hossegor está a tope de gente y es un agobio.
Después buscamos una farmacia de guardia y las pasamos canutas para entendernos, allí compramos un colirio para Alejandra.
Finalizamos el día pasando con la auto por Seignose y Soustons. Para terminar en un área de Soustons Plage.
Como llovía echamos el rato jugando con los Litle (unas) y estudiando itinerario (otros)
El área de Soustons Plage fue todo un acierto, porque estaba en una zona arbolada, junto a un lago, en un sitio muy tranquilo y además tenía conexión eléctrica, por solo 12 euros la noche.
Nos gustó tanto que decidimos quedarnos dos noches.