Nos levantamos en Amboise y vamos a dar una vuelta por esta pequeña ciudad.

Enclavada junto al Loira, destaca su imponente castillo (al que no entramos). Paseamos por la ciudad, por sus calles empedradas y sus numerosos ejemplos de arquitectura de madera.

Aquí murió Leonardo da Vinci el 2 de mayo de 1519 y en una mansión llamada Clos Lucé pasó sus últimos días. Está enterrado en el interior del castillo.

Un poco antes de lo pensado y motivado por el elevado precio de los castillos nos vamos ya en dirección París. Recorrer Francia sin pagar peajes es posible, nosotros no hemos pagado nada y hemos disfrutado mucho recorriendo el país, pero en las cercanías de París es un poco desesperante y es que París es un auténtico caos circulatorio.

El primer lugar que visitamos es el Playmobil Park. Un castillo de Playmobil gigante enclavado en un centro comercial, en el que por 2,5 euros por personas puedes jugar con todos los playmobil que te puedas imaginar y hacerte fotos con playmobils tamaño natural. El paraíso para una fan del mundo playmobil como Julia. Yo también disfruté porque de pequeño flipaba con los playmobil, de tal palo…

Al caer la tarde nos dirigimos a nuestro lugar de pernocta para los próximos días, el aparcamiento del castillo de Vicennes.

Cuando llegamos, no nos dio muy buena espina, debido a que hay gente que vive allí en autobuses y tal. Pero hablamos con unas chicas de Baleares que llevaban una semana allí. Nos explicaron la idiosincrasia del lugar y nos animamos y nos quedamos. Fue todo un acierto. Comprobamos que los “fijos” de los autobuses son los que más velan para que aquello sea un sitio tranquilo. A los pocos días éramos nosotros los que le quitábamos el miedo a otros españoles que pasaban por allí sin saber muy bien qué hacer.