Nos levantamos y vamos a ver Avignon, es un caos circulatorio total. Después de bastante esfuerzo conseguimos aparcar y vamos a ver la ciudad.

Avignon destaca por haber sido residencia de los Papas desde 1309 hasta 1377, en esta época los 7 Papas de Avignon fueron franceses.

Evidentemente uno de sus máximos atractivos es la residencia papal. Además de sus murallas, el río Ródano que pasa por la ciudad y un curioso puente, se trata del puente de San Bénézet. Bénézet era un niño pastor al que los ángeles se le aparecieron y le dijeron que tenía que construir un puente, el niño intentó convencer a la gente de Avignon pero se rieron de él. Y obró el milagro, cogió una piedra de varias toneladas y la colocó en el rio. Y claro, el puente se hizo y el niño cuando murió fue enterrado en el propio puente, en el que tiene una capilla.

Este puente sobre el Ródano tuvo 22 arcadas, pero debido a las crecidas de este rio mediterráneo, hoy solo quedan 4.

Nosotros paseamos por la ciudad, fuimos al palacio papal, que tenía una entrada muy cara, por lo que no entramos. Después seguimos dando un paseo hasta el río y nos subimos a una barca que te llevaba a la otra orilla (gratuita). Hicimos unas fotos al puente (para entrar también había que pagar) y nos fuimos.

Hemos encontrado Avignon una ciudad más mediterránea, más sucia y bulliciosa, como las ciudades italianas.

Seguimos camino hasta una de las obras romanas más importantes del mundo, el Pont du Gard. Por el camino vamos escuchando las famosas cigarras de la Provenza y viendo campos de lavanda en medio de un calor sofocante.

Al llegar al Pont du Gard nos encontramos con que verlo es gratis, pero aparcar son 18 euros. Y ya se han ocupado de vallar todos los aparcamientos en 5 km a la redonda por lo que o pagas o… Nosotros encontramos un camping justo a 200 metros del parking, camping la Sousta, es algo caro (28 euros) y decidimos quedarnos e ir andando a ver el puente-acueducto.

Nuestra sorpresa fue, que al intentar pasar andando también nos quisieron cobrar.

Mosqueados volvemos al camping y nos comenta la recepcionista que a las 20:00 horas los de la taquilla se van y se puede pasar gratis, así que esperamos y fuimos a las 20:00 en punto.

Lo que nos encontramos fue impresionante. Había visto mil veces el acueducto en fotos pero en directo es una maravilla. Construido en el siglo I tiene 49 metros de alto y 275 de largo en tres niveles, es a su vez puente para las personas y acueducto. El objetivo era llevar agua a la ciudad de Nimes.

Está enclavado sobre el río Gard, un afluente del Ródano con muy poco caudal así que nos pudimos bañar tranquilamente.

Después de la visita nos fuimos al camping.