Nos despedimos de Torla y ponemos rumbo a Francia. El gps nos metió por el valle del Vió. Nos alegramos y arrepentimos bastantes veces. Por un lado las vistas del cañón del Añisclo fueron espectaculares y pueblos como Fanlo o Buerba muy pintorescos, pero la carretera no es más que una pista asfaltada que subía y bajaba con unas curvas de herradura tremendas. Hicimos más de una filigrana con la autocaravana cuando nos encontrábamos algún coche de frente.

Posteriormente conectamos con la carretera que va a Francia. Entramos por el túnel de Bielsa. Es un túnel estrecho con un semáforo para que solo haya circulación en un sentido pero por suerte lo pillamos en verde.

El gps nos metió por el puerto de la Hourquette D´Ancinan, último puerto de la etapa del Tour del domingo.

Es viernes y ya está la carretera llena de autocaravanas aparcadas.

Subimos el estrecho puerto hasta arriba, nuestra Vivaboss gatea perfecta en 2ª y 3ª sin rechistar.

Cuando coronamos llegamos a un prado lleno de autocaravanas, vacas y burros. Nos quedamos impresionados del ambiente y la belleza del lugar. Incluso se veía el Pic du Midi.

Aunque nuestra idea era ver la etapa en la meta en Bagneres de Bigorre, pensamos en quedarnos en el mismo puerto.

De todas formas fuimos a Bagneres porque teníamos que comprar víveres. Fuimos al área de Ac de Bagneres a vaciar y llenar (gratuita) pero no nos gustó. Estaba abarrotada de gente que parecía “vivir” allí y estaba demasiado lejos del centro. Así que, seducidos por la imagen del prado del puerto, volvimos a subir a pasar tres días hasta que el Tour pasase por allí.

Una vez acabado el viaje hemos reflexionado acerca de ello y nos parece que fue la mejor idea.